PLANTANDO EL FUTURO
Ayer estuvimos compartiendo con los vecinos de Navafría, en la localidad de La Sobarriba, esta maravillosa iniciativa ambiental en familia. Creando un vínculo afectivo con el medio a través de los árboles y tomando consciencia de la importancia del cuidado de la naturaleza desde pequeños.
Observar como 25 niños/as, acompañados de sus familiares,
plantaban unos 30 árboles, entre mostajales, abedules y álamos en zonas comunes
del pueblo, ¡fue toda una experiencia!
Primero un agujero en el suelo, sacar la tierra, mezclarla
con abono, ¡pero cuidado que las raíces no toquen el abono! - decía Toño. Luego poner el frágil árbol, taparlo y regar con agua. Desde luego no fue
tarea fácil. Pero la labor en buena compañía, se disfruta mucho más.
Y la cosa no queda ahí. Cada niño y niña se responsabilizará
de sus cuidados durante los primeros años, para ello cuentan con una hoja con
las características de su árbol así como su nombre científico. Y de esta
manera, año a año se fotografiará a cada niño/a con su árbol, para ver como
crece el árbol (y el niño, jeje) para realizar un álbum de fotos conjunto.
Es un pequeño proyecto que estoy segura que les llenará de
ilusión y les enseñará el valor del respeto a la naturaleza.
Para que los más pequeños aprendan el valor de la naturaleza, amarla, cuidarla, respetarla, es fundamental que se acerquen a ella, que la sientan, que la exploren, la disfruten y la observen, oigan y huelan.
Que aprendan la importancia de los árboles en el mundo,
encargados de regular la temperatura, de purificar el aire y proteger el suelo
de las abundantes lluvias, son el hogar de muchos seres vivos, etc.
Además os animo a que abracéis a un árbol y que absorbáis su energía. Calma, presencia y vitalidad.
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